El frío y el invierno han llegado con mucha fuerza, por eso es un buen momento para hablar de alimentos que pueden ayudarnos a entrar en calor, en concreto, ¡de los frutos secos! Te contamos porqué tanto los frutos secos como las frutas deshidratadas son buenos aliados para combatir las bajas temperaturas.
Por qué los frutos secos ayudan a combatir el frío
No sólo un buen abrigo te protege del frío, la alimentación también puede jugar un papel importante en esta misión. Es normal que en invierno apetezcan comidas calentitas como el caldo o platos copiosos como las legumbres… y no es porque sí, el cuerpo es sabio: en algunas ocasiones apetecen por la temperatura y en otros porque son muy energéticos (como ocurre con los potajes y con los frutos secos).
La clave de que tanto los frutos secos como las frutas deshidratadas ayuden a combatir el frío está en su alto contenido en calorías, lo que hace que tengan también un alto potencial energético que ayudan a mantener la temperatura corporal de manera bastante eficaz.
Son muchos los nutricionistas que recomiendan aumentar la ingesta de estos frutos durante las épocas más frías, porque no sólo contribuyen a mantener a raya la temperatura del cuerpo, sino que además tienen gran cantidad de propiedades nutricionales y beneficios para la salud como en el aspecto cardiovascular.
La clave de que los frutos secos ayuden a combatir el frío está en su alto valor calórico y energético.
No es casualidad que los deportistas, especialmente los que practican deportes de montaña, suelan llevar en su pequeña mochila un buen puñado de frutos secos, ya que les da fuerzas, tienen un alto poder saciante, no se estropean y además, les ayuda a sobrellevar el frio… ¡todo ventajas!
Entre las amplias propiedades de los frutos secos está su alto contenido en grasas de origen vegetal como omega 3, 6 y 9, que son muy beneficiosos para la salud. Las almendras, las nueces, las avellanas y los pistachos están entre los que más omegas tienen.
Y para quienes practiquen dietas veganas o vegetarianas, los frutos secos son una buena opción para suplir las proteínas que les faltan que en otras dietas provienen de la carne.
¡Y poco hablamos en general de las frutas deshidratadas! Que como los frutos secos, tienen gran cantidad de calorías que se convierte en energía para combatir el frío. Las uvas pasas, las ciruelas pasas o los orejones de albaricoque son perfectos para esta época del año.
Y por si fuera poco el hecho de que nos ayuden a mantener la temperatura corporal, que sean saludables y que no se estropeen, además son fáciles de introducir en muchos platos como ensaladas, pero si te apetece un menú más invernal, también puedes usarlos en salsas tanto para carne como para pescado, en postres y por supuesto, solas como snack.
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