Para llevar a cabo una dieta saludable existen ciertos alimentos que juegan un papel predominante para mantener a raya la buena salud. Se trata, concretamente, de los frutos secos. Como es sabido por muchos, algunos de los frutos secos más conocidos, como es el caso de las almendras o las nueces, además de ser un apetitoso aperitivo, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, al potenciar el revestimiento de las arterias y disminuir, al mismo tiempo, los niveles de inflamación del corazón. Por todo ello, sin duda alguna el consumo responsable y comedido de frutos secos es clave para la salud del corazón.
Los temidos coágulos sanguíneos también tienen en los frutos secos a un oponente, pues el consumo de éstos ayuda a reducir el riesgo de padecer un tipo de patología que, a la larga, podría derivar en un ataque cardíaco. De ahí la importancia de incluir regularmente en la dieta un puñado de frutos secos.
Además de sus aportes de proteínas, la amplia gama de frutos secos ecológicos, como la que comercializamos en Bioterra, presenta, dependiendo del producto en cuestión, sustancias muy saludables para el buen funcionamiento del organismo en general y del sistema cardiovascular en particular. Es el caso de las grasas insaturadas, las cuales ayudan a reducir los niveles de colesterol malo.
No menos importante es el aporte de ácidos grasos omega 3, 6 y 9, que ayudan a mantener una frecuencia cardíaca regular, con lo que se reduce, de esta forma, la posibilidad de padecer episodios que en ocasiones pueden resultar irreversibles. La vitamina E, que también está presente en diversas variedades de frutos secos, combate la aparición de placas en las arterias. Es, sin duda, otro punto a favor más de esta particular alianza de los frutos secos y el corazón, teniendo en cuenta que su consumo también ayuda a mejorar el estado de las paredes arteriales.