La polinización es un proceso fundamental para conseguir buenas cosechas, tanto en el caso de los almendros como en el de cualquier planta. Los encargados de realizar esta tarea crucial son las abejas y los abejorros, de ahí la importancia de proteger a estos animales, porque sin ellos, no podrían reproducirse las plantas con el consiguiente problema alimentario que ello acarrearía.
Las precisas flores de los almendros, entre blancas y rosáceas, atraen a estos insectos que acuden a chupar el néctar. Este proceso tan vital se consigue transportando el polen en su cuerpo. Los insectos se impregnan del polen al posarse en una flor y después lo repartirán por las demás flores que visiten.
Es un proceso tan sencillo como fundamental que tiene lugar generalmente en primavera, dependiendo del tipo de almendro, ya que suelen tener su floración entre finales de invierno y principios de la estación primaveral.
Las abejas, principales polinizadoras de los almendros
Las abejas son los principales polinizadores de los almendros. Durante su visita a las flores, los insectos recogen el polen de los estambres (parte masculina de la flor) y lo transportan hasta el estigma (parte femenina de la flor) de otras flores, donde se produce la fecundación y se forma el fruto.
En el caso de los almendros, existe una gran dependencia de las abejas para la polinización. De hecho, se estima que alrededor del 90% de las flores de almendro deben ser polinizadas para obtener una producción de almendras óptima.
Es importante tener en cuenta que la polinización de los almendros no es un proceso que se lleve a cabo de forma 100% natural en todos los casos. En algunas zonas, la presencia de abejas puede ser insuficiente para garantizar una polinización adecuada, lo que puede resultar en una baja producción de almendras.
A veces se colocan colmenas en los campos cosechados para asegurar que la polinización se produce correctamente.
Dada la importancia del proceso de polinización, desde Bioterra contribuimos con este proceso dando una pequeña ayuda a la naturaleza. El proceso consiste en la instalación de colmenas en las plantaciones, de tal modo que tanto unos como otros se encarguen de recolectar el néctar de las flores y al tiempo realizar la función de polinización.
También es importante tener en cuenta que la calidad de la polinización puede verse afectada por diferentes factores ambientales, como la temperatura, la humedad o la presencia de viento. Por ello, es fundamental cuidar el entorno del cultivo y mantener una buena salud de los árboles, para garantizar una producción de almendras óptima.
La polinización es un proceso fundamental para la producción de almendras y en la todos los frutos. Cuidar el entorno y a los insectos es fundamental para que pueda tener lugar de la forma más natural posible y que las cosechas sean de la máxima calidad y productividad como la de los agricultores asociados de Bioterra.