La almendra ecológica se ha posicionado como uno de los frutos secos más populares en nuestro país. No es raro observar cómo los almendros han comenzado a poblar lugares en los que antes jamás habían estado. Además, el ‘boom’ global de los productos ecológicos y la concienciación acerca de lo que comemos y de cuestiones como la soberanía alimentaria han hecho que, dentro del mercado de la almendra, la variedad ecológica sea la más valorada por los consumidores, no solo en España, sino también en el resto del mundo.
En nuestro caso, gran parte de los productos que destinamos a la exportación acaba en lugares del norte de Europa, pero también en enclaves tan lejanos como Australia. En total, más de una veintena de países con los que tenemos relaciones comerciales. Y es que la calidad y los diversos usos que presenta nuestro producto estrella son factores que no pasan desapercibidos para un público exigente en cuanto a la alimentación.
Por si fuese poco, cada vez son más los expertos que aseguran que las cualidades de la almendra española son, en cuanto a los estándares de calidad, superiores a las de otras variedades como las estadounidenses.