Muchas de las recetas que preparamos sirven como primer o segundo plato o como postre. Pero hoy os traemos la solución perfecta para sorprender a la hora del desayuno: Scones, unos panecillos típicos ingleses.
Ingredientes:
- 250g de harina floja de trigo
- 1 vaso de leche
- 100g de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar glass
- 60g de frutos secos (escoge tus preferidos, en este caso elegimos pistachos tostados con sal y nueces mondadas bio)
- Pasas sultanas Bio
- 100g de queso rallado
- 1 cucharadita de levadura
- 1 huevo
- Sal
Preparación:
Empieza picando los frutos secos. Pon en un recipiente todos los ingredientes y mézclalos bien con la ayuda de una cuchara. Para ahorrar tiempo puedes ayudarte de un robot de cocina, pero no es necesario porque se trata de una masa muy manejable. Amasa durante unos 2 minutos de manera constante (si usas el robot ponlo en velocidad espiga). Una vez acabes, vuelca sobre la mesa y continúa amasando hasta obtener una masa suave. Después, déjala reposar unos 30 minutos a temperatura ambiente. Entre tanto, pon a precalentar el horno a 180º. Pasada la media hora de reposo, estira la masa. Un truco es ayudarte poniéndola entre dos láminas de papel vegetal. Deja la masa con unos 3 o 4 centímetros de grosor. A continuación, corta con un cortapastas diferentes porciones. Ponlas todas en una bandeja de horno con papel vegetal. Acto seguido, bate el huevo y pinta la masa de los panecillos. Añade a cada panecillo una pasa en la parte superior. Por último, mételos al horno y déjalos allí unos 15 minutos a 180º. Sácalos cuando veas que cogen volumen y color.
La primera vez que hagáis estos bollitos os convertireis en auténticos adictos, esperando que llegue el día de prepararlos e incluso crear nuevas recetas con ellos. Dado que es una masa muy sencilla y básica para empezar en el mundo de la bollería casera, podéis probar cosas nuevas y añadirle chocolate, trozos de fruta, o incluso una cucharada de mermelada en su interior.