Desmontando un mito

En la sociedad se encuentra instalada la idea de que el consumo de almendras, nueces, avellanas, pistachos o anacardos provoca sobrepeso. Haciendo que mucha gente elimine estos frutos secos de su dieta cuando quieren conseguir bajar de peso. Sin embargo, se trata de un mito que ha sido desmentido en un buen número de ocasiones a través de estudios científicos, como el publicado en European Journal of Nutrition.

Por norma general este tipo de alimentos se ha asociado a un exceso de calorías. Este aporte se debe a las grandes dosis de energía que nos brindan, siendo un combustible totalmente beneficioso para el organismo. Hay que tener en cuenta las dosis de omega 3, necesarias para mantener una correcta circulación sanguínea, ayudando a eliminar el colesterol y mejorando el estado de las arterias. También hay que destacar su alto aporte proteico y de fibra, necesarios para mantener un correcto funcionamiento del organismo.

Otra de las cualidades que debemos tener presente es que aumentan la termogénesis, que es la combustión de las calorías. Por este motivo, no engordan, sino que constituyen una buena forma de mantener activo el metabolismo durante más tiempo.

Eso sí, lo recomendable es consumirlos al natural, evitando cualquier tipo de condimento. Puede tomarlos en el desayuno o la merienda, o en las principales comidas o cenas, en ensaladas o acompañando a alimentos como las legumbres, los cereales o el queso.

 

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