Las almendras son consideradas súper alimentos en muchos países y culturas. Contienen proteína, fibra, hierro, zinc, vitaminas A, B6 y E, calcio, magnesio, ácido fólico y riboflavina. Son muy nutritivas e ideales para cumplir con las necesidades nutricionales que tiene una mujer durante el embarazo.
Este fruto es una de las mejores fuentes naturales de ácido fólico. Por lo tanto, es recomendable comerlas para el correcto desarrollo del feto. Ayudará mucho al cerebro y sistema neurológico del bebé. Cuando se trata de embarazos de alto riesgo, se ha demostrado que los bebés están en mayor riesgo de sufrir obesidad y trastornos metabólicos en un futuro. Las almendras proporcionan una fuente saludable de grasa dietética y carbohidratos. Reducen el estrés oxidativo, la inflamación y el azúcar en la sangre.
Uno de los mayores desafíos durante esta etapa es el aumento de peso. Las almendras tienen un efecto saciante y ayudan a mantenerte satisfecha por más tiempo. También son ricas en hierro, unos 28 gramos cubren el 6% del valor requerido diario. Por lo tanto, ayudan a cumplir con los altos requisitos que se necesitan durante este periodo. Además, consumirlas durante el embarazo puede reducir el riesgo de desarrollo de enfermedades alérgicas y asmáticas en niños.