Lo mejor para el verano

En ocasiones, durante la época estival, nos sentimos más cansados de lo normal. La explicación suele ser el calor, pero ¿sabemos por qué?

Numerosos estudios han demostrado en diversas ocasiones que el ser humano emplea una gran cantidad de energía para refrescarse. El gasto de recursos sirve para mantener la temperatura homogénea y que todos los procesos del organismo puedan realizarse de manera normal. Los vasos sanguíneos se dilatan para favorecer el riego en la piel y así bajar la temperatura. También aumentamos el ritmo cardíaco y la tasa metabólica. Lo peor de esto es que, en ocasiones, esto va acompañado de pérdida de apetito.

Para aportar la cantidad de energía extra que necesitamos es aconsejable mantener una buena dieta e hidratación. El cuerpo es sabio y prefiere continuos tentempiés antes que comidas copiosas, para favorecer así el riego sanguíneo por la piel, la digestión y demás procesos.

Para recargar las pilas, una buena recomendación es tomar frutos secos de vez en cuando a lo largo del día. Incluso hacer helados con ellos o mezclarlos con yogur o fruta para una mayor sensación de frescor.

 

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