Qué supone el reconocimiento ecológico europeo

El reconocimiento ecológico europeo se ha revelado como un sistema de certificación útil para que el cliente pueda saber qué productos y servicios de calidad han sido presentados siguiendo unas pautas de protección del medio ambiente.

Pese a que su implantación no ha cumplido todas las expectativas generadas, este reconocimiento ecológico sí resulta importante en términos de sensibilización ambiental. Dicha distinción, por su parte, se visibiliza mediante el otorgamiento de la etiqueta ecológica europea. Mediante su concesión es posible identificar, en el ámbito comunitario, qué productos (por ejemplo, los agroalimentarios, aunque no son los únicos) o servicios generan un menor impacto ambiental y contribuyen a la sostenibilidad.

Por otro lado, la consecución de la etiqueta ecológica europea ha de partir de un proceso de solicitud, el cual propiciará una serie de informes rigurosos. Esta certificación genera un círculo virtuoso, ya que las empresas se esmeran por elaborar productos y prestar servicios más sostenibles y los clientes obtienen el incentivo de contribuir a la protección de la naturaleza mediante pautas críticas de consumo. Además, optar por buscar la etiqueta ecológica europea no tiene por qué resultar más caro que llevar a cabo las compras convencionales.

La Comisión Europea fija, en cada categoría de productos, los requisitos pertinentes para obtener la certificación ecológica. Son los siguientes:

– Potencial para mejorar el medio ambiente

– Posibilidades de penetración en el mercado

– Viabilidad de las adaptaciones económicas y técnicas oportunas

Por último, cabe señalar que en España los encargados de otorgar la etiqueta ecológica AENOR son tanto el Ministerio como las Consejerías de Medio Ambiente donde es posible comprobar qué productos o servicios cuentan con ella. Extremadura, por su parte, no se encuentra entre las Comunidades Autónomas que han institucionalizado organismos competentes en esta materia. La dificultad de medir el impacto comercial de la “ecoetiqueta” frena una mayor implantación de esta.

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