Las primeras estimaciones sobre la producción de almendra de 2016 están teñidas de ambigüedad. Mientras en mayo se calculaba que la producción sería un 11% inferior a la de 2015 (pero al fin y al cabo un 6 % superior a la obtenida durante los cinco años anteriores), las cooperativas y los organismos oficiales, como la Mesa Nacional de Frutos Secos, prefieren tratar con cautela la valoración de las 46.228 toneladas que se calcula que se obtendrán durante 2016.
En efecto, dicha Mesa, integrada por asociaciones agrarias y cooperativas agroalimentarias españolas, adjudica el 11 % del descenso de producción respecto al año fiscal anterior a las atípicas condiciones climáticas, razón por la cual han florecido y cuajado antes de lo previsto. Esta situación se ha materializado en la falta de precipitaciones de un invierno suave y las temperaturas inusualmente elevadas. Además, se han dado heladas con el fruto recién cuajado.
En el caso de nuestra región también se acusará este descenso en la producción. Según los datos vertidos por la Mesa Nacional, se espera una recolección aproximada de 490 toneladas durante, un 5,77 % menos que el año anterior y un significativo 9,99 % inferior a la media entre 2011 y 2016.