Ya sabemos que son una fuente de vitaminas, proteínas y un alimento que combina con multitud de recetas. Ahora, además, gracias a un artículo publicado en Phytotherapy Research, sabemos que las almendras benefician al cuidado de la piel y el pelo.
Según el estudio realizado por especialistas e investigadores del cuidado anti-edad, este fruto seco es responsable de aportar a nuestro organismo vitamina E, vitaminas B como la riboflavina, la tiamina y la niacina, además de ácidos grasos esenciales, proteínas, fibra, calcio y polifenoles. Todos ellos elementos que contribuyen con efectos positivos en la barrera lipídica de la piel para neutralizar, en parte, la aparición de las arrugas.
Otro de los beneficios estudiados es la interacción del consumo de almendras con el fortalecimiento del cabello. La catalasa presente en ellas es un antioxidante natural que previene la aparición de las canas. Eso, sumado al aporte de biotina y magnesio, mejora el cabello quebradizo y su textura.
Los investigadores concluyen, así, que la ingesta de este fruto seco alimenta algo más que nuestro organismo, y es que también mejora nuestra imagen.