Esta semana nos hacemos eco de una noticia publicada en diferentes medios de comunicación. Se trata de una investigación, realizada por el Instituto Universitario en Química Fina y Nanoquímica de la Universidad de Córdoba, en la que se están desarrollando baterías basadas en materiales cuyo uso no perjudique el medio ambiente. Además de tener una alta capacidad para almacenar energía. Uno de sus proyectos más prometedores es el uso de la cáscara de almendras.
El estudio, aún experimental, ha demostrado que se puede convertir la cáscara de este fruto seco en un carbón activo microporoso, con un excelente rendimiento. Lo han conseguido utilizando un proceso rápido de activación y pirólisis. Los primeros resultados indican que se podría aumentar un 60% la autonomía de un vehículo eléctrico.
En Bioterra nos encanta que nuestro producto estrella tenga cada día más usos, además de los beneficios y propiedades que nos aporta su consumo. Esta iniciativa ayuda a revalorizar un residuo muy abundante en España y le otorga un valor añadido hacia una explotación en sectores de alta tecnología.