3 Ideas para introducir frutos secos en las ensaladas
Una de las ventajas de introducir los frutos secos en la dieta es la gran versatilidad que tienen ya que combinan muy bien con gran cantidad de alimentos y son un clásico de la saludable dieta mediterránea.
Por eso desde Bioterra, ahora que hace calor y apetecen recetas frescas, queremos aportar algunas ideas para usarlos en las ensaladas.
Pistachos, avellanas y almendras ligeramente caramelizados para la ensalada
Os proponemos una ensalada de rúcula y lechugas variadas con almendras, pistachos y avellanas. ¡Una delicia muy original cuyos elementos casan a la perfección!
Se trata de combinar la rúcula, otras hojas de lechuga y tomate con varios tipos de frutos secos. La peculiaridad de esa ensalada está en tostar durante unos minutos las almendras, las avellanas y los pistachos y añadirle una pizca de azúcar y dejar que se caramelicen un poco.
Ya puedes hacer la ensalada con los elementos que hayas decidido, añadirle la deliciosa mezcla de frutos secos ligeramente caramelizados y aliñarla al gusto.
Almendras para el aliño de la ensalada
Otra sugerencia es utilizar almendras laminadas como las que tenemos en Bioterra para hacer el aliño de una ensalada de cuscús y garbanzos.
Cuece los garbanzos y el cuscús en una olla con el caldo vegetal, azafrán y agua. Corta las zanahorias finamente y sencillamente monta la ensalada.
Para el aliño, que es lo más interesante de esta receta, tuesta una cucharada de comino y otra de jengibre con el aceite de oliva y añade las almendras y el zumo de limón. ¡Y ya tienes este exquisito y original aliño para la ensalada!
Puedes decorarla con unas hojas de menta fresca y te recomendamos dejar marinar la mezcla en la nevera unos 20 minutos antes de servir.
Combina frutos secos y frutas deshidratados en la ensalada
La forma más fácil de introducir los frutos secos en una ensalada es simplemente buscando una buena combinación y añadiéndolos a tu ensalada habitual. Así le darás un toque nuevo y crujiente a tu guarnición preferida, que puede estar compuesta sencillamente de una combinación de hojas verdes como lechuga, hoja de roble, canónigos, rúcula, escarola, mezcla de brotes, etc.
A esta base, puedes añadir los frutos secos y frutas deshidratadas que más te gusten. Si quieres algo básico, hay combinaciones que funcionan muy bien, como pistachos y arándanos, nueces y pasas, almendras y dátiles… ¡prueba tu propia combinación.