Turrón duro, blando, de yema tostada, de chocolate… pero, ¿conocías el turrón de guirlache? Un dulce típico de aragonés.
Este tradicional manjar navideño se elabora básicamente con almendras y caramelo solidificado, actualmente se encuentra actualmente extendido por todo el país. Sin embargo, sus orígenes están ligados a la Comunidad aragonesa y se remontan a la Edad Media, en concreto a la época en la que los árabes estaban asentados en la región.
La palabra guirlache proviene del francés «grillage» y básicamente se refiere a algo tostado, en este caso la almendra con la que se elabora. Cuentan que fueron los propios franceses en Aragón los que popularizaron este nombre a partir del siglo XIX.
¿Y cómo se elabora un guirlache? El primer paso de la receta pasa por tostar las almendras naturales, enteras y peladas, preferiblemente marconas.
Hay quien las tuesta previamente en el horno, a una temperatura de unos 200º, aunque también quien sigue prefiriendo la sartén honda más tradicional. Sea como sea, tan solo deben coger un ligero color por ambos lados, por lo que no hace falta mucho tiempo de exposición al calor.
Para hacer el caramelo se vierte el azúcar en una sartén con un chorro de agua. Hay que ir moviendo de vez en cuando la sartén o removiendo la masa para que se cocine de forma uniforme.
Pero ¡ojo!, no es fácil hacer un buen caramelo. Hay que controlar con mimo la temperatura y sacar la sartén del fuego en el momento adecuado.
Entonces, se incorporan las almendras y remueven hasta estar completamente empapadas del caramelo que hemos creado. ¿Delicioso verdad? Pero un segundo, la receta no acaba ahí.
Cuando la mezcla es homogénea se vierte sobre la placa de horno y se extiende con un rodillo de madera untado en aceite. Para decorar se pueden echar unos anisetes, confeti de chocolate, fruta escarchada… ¡cualquier delicioso complemento que puedas imaginar!
Por último, se deja reposar unos minutos y se corta para poder degustarlo.
¡Et c’est fini!, a disfrutar de esta deliciosidad navideña.
