La almendra ecológica capea el temporal en lo que a precios se refiere. Según los datos procedentes de la lonja de Albacete, correspondientes al 11 de junio, el precio de la almendra ecológica se situó en los 8,80 euros/kilo, lo que supone un incremento en comparación con la cifra existente hace un año, cuando este tipo de almendra fijaba 7,20 euros/kilo.
A pesar de que, coincidiendo con el confinamiento, se ha registrado un aumento del consumo de frutos secos en los hogares españoles durante los meses que ha durado el estado de alarma, lo cierto es que la almendra convencional no ha corrido la misma suerte, pues el precio se ha visto reducido, lo que ha despertado inquietud entre algunos de los productores de esta variedad mayoritaria.
Si bien el precio de hace un año en este tipo de almendra era de 5,30 euros/kilos, la cifra actual desciende hasta los 4,05 euros/kilos. De esta forma, la diferencia entre la almendra convencional y la ecológica, que han tenido dinámicas diferentes, se agranda respecto a las cifras dibujadas hace tan solo un ejercicio, cuando la diferencia era menor que en la actualidad.
Desde hace varios años el cultivo de la almendra ecológica, como el que predicamos en Bioterra, “está dando muestras de fortaleza y sostenibilidad. Y es que se trata de un cultivo que goza de una buena rentabilidad para los productores”, explica Antonio Pérez, director general de Bioterra.
Del mismo modo, la almendra ecológica se está haciendo en los últimos años todo un hueco de prestigio en las despensas de aquellos consumidores que gozan de paladares más selectos, pues su demanda va en aumento.
La asignatura pendiente hasta el momento es fortalecer las sinergias en el territorio nacional, ya que la mayor parte de la producción de almendra ecológica es destinada al consumo en otros países. No obstante, tal y como sostiene Pérez, “los consumidores españoles prestan cada vez más atención a los parámetros de calidad, así como a unas propiedades organolépticas que son únicas entre la competencia, teniendo en cuenta la ausencia de fertilizantes químicos o pesticidas a lo largo de todo el proceso productivo”. Un modelo único que es toda una garantía para el consumidor final.