El anacardo es un fruto seco que se ha abierto camino entre nuestros platos, ya sea como aperitivo per se o como ingrediente en muchas recetas. A pesar de lo reconocible que es y de su característico sabor, muchas personas desconocen todavía algunos detalles de este inconfundible alimento.
Originario de Brasil, entre sus muchas particularidades está el hecho de que se trata de una semilla que surge del propio fruto del árbol. Se trata de un producto considerado selecto y no es para menos, teniendo en cuenta su aporte de minerales como el cobre y el magnesio, que benefician al óptimo estado de los huesos, la piel e incluso el pelo. También presenta hierro, perfecto para las personas con anemia o para las mujeres embarazadas. Otro beneficio es su rico aporte en distintas vitaminas (B1, B2, B6, B9, A, C, E y D).
El anacardo es un alimento muy codiciado por quienes siguen la dieta vegana como ingrediente principal para multitud de recetas, desde leche a otras variantes como el queso, cremas y derivados. A todo esto, hay que añadir sus beneficios para reducir el colesterol. Todo ello gracias a su contenido de ácidos grasos insaturados. Es por ello por lo que se recomienda la ingesta de un puñado de anacardos al día.