La globalización es un elemento que ha permitido el desarrollo económico de los mercados. No existe duda alguna. Muchas empresas y países en desarrollo han visto aquí una excelente oportunidad para ampliar su radio de acción y expandir sus negocios.
Aún así, hay algunas voces discordantes al respecto. En un contexto de crisis mundial en el que llevamos inmersos varios años, estas corrientes lanzan una pregunta: ¿la globalización es aliada o enemiga del sector Bio?
Dentro del panorama actual, puede suponer un revulsivo para los oligopolios agrícolas, pues disponen de un entramado y unas infraestructuras más potentes. A este respecto, el sector Bio cuenta a priori con una menor capacidad para hacer frente a las exigencias de los mercados exteriores. Pero ello, a su vez, puede servir para que este tipo de negocios gane adeptos y se fortalezca a nivel local.
En nuestro caso particular, somos conscientes de que en el extranjero el consumo ecológico está más instaurado que en España y nuestras miras apuntan desde hace años hacia estos mercados. Por tanto, nos situamos claramente a favor de la globalización.
No obstante y, a la espera de que surja un panorama económico más halagüeño, el mercado nacional es para muchos productores una opción en la que seguir trabajando para que aumenten los consumidores.