La agricultura y la alimentación biológica están cada vez más implantadas en nuestra sociedad. Pero no se trata de una moda pasajera. Encuentra su justificación en las múltiples ventajas ofrecidas. Estas se producen tanto en el ámbito medioambiental como en la salud del consumidor:
Ventajas para el medio ambiente
– No emplear pesticidas ni fertilizantes artificiales, sino naturales, ayuda a aumentar la fertilidad del suelo, refuerza el sistema inmunológico del terreno y lo hace más fértil y renovable.
– Se ayuda a eliminar la aparición de plagas y combatirlas con más efectividad.
– La sinergia de estas dos ventajas contribuye a una mejora en el impacto medioambiental de las cosechas y a una mayor biodiversidad.
Ventajas para el consumidor
– Se reduce ostensiblemente la aparición de enfermedades degenerativas, como el Parkinson, cuyo origen se piensa que proviene de la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo.
– Asimismo, se reducen, en gran medida, otras enfermedades provenientes del consumo de productos agrícolas con pesticidas y transgénicos, tales como el cáncer, las insuficiencias cardíacas, la osteoporosis, las migrañas y hasta la hiperactividad.
– El consumidor se ahorra tener que eliminar los restos químicos de los productos que compra, gasto, muchas veces, incluido en el precio.
– El consumidor degusta productos más sabrosos o que simplemente han recuperado su sabor.
– Se fomenta un modo de vida saludable.