Sin duda la almendra se está poniendo de moda. Y es que con la llegada de la Navidad, este producto, gracias a su presencia en turrones, mazapanes y diversas recetas, se convierte en un elemento estrella de la gastronomía típica de estas fechas.
Pero no solo se está haciendo recurrente por ello, sino también por el buen estado de forma que atraviesa su producción. Hace un tiempo que la almendra se está afianzado como uno de los cultivos de mayor potencial de cara al futuro, tanto en Extremadura como en otros lugares del país.
Prueba de ello es el incremento en dicho cultivo que se ha experimentado en nuestros campos. Ya adelantábamos hace unos días que en los últimos dos años, la producción de almendra en la región había aumentado un 128%, lo que se traduce en 1.000 hectáreas por cada uno de ellos.
La buena rentabilidad que ofrecen, tanto la especie en sí como sus plantaciones, hace ser optimistas, y cabe esperar que en los próximos años los datos sigan mejorando.